A
lo largo de una jornada de esquí o a la hora de agrupar esquiadores en un club
deportivo o escuela, en ocasiones surgen dudas sobre la forma de agruparlos y
se necesitan recursos nuevos para enseñar o perfeccionar una determinada
habilidad.
El presente manual trata de ayudar a instructores, monitores y profesores de esquí, así como a aquellas personas que quieran iniciarse en la enseñanza de este deporte, proponiendo un amplio repertorio de medios y ejercicios para la enseñanza de este deporte, así como una sencilla progresión de enseñanza - aprendizaje, fundamentada en nuestra propia experiencia y en otros manuales como los de Killy (1976), Roldán (1976, 1983), Ocaña-Wilhelmi (1994, 1998, 2005), Olmos y Martínez-Rodríguez (1998), López-García (2002), Ortega y Porcel (2002), Guerrero (2004), Llamas (2010), Guerrero y Rodríguez (2013), entre otros, así como en los de algunas federaciones nacionales de esquí como la sueca, alemana y francesa.
El presente manual trata de ayudar a instructores, monitores y profesores de esquí, así como a aquellas personas que quieran iniciarse en la enseñanza de este deporte, proponiendo un amplio repertorio de medios y ejercicios para la enseñanza de este deporte, así como una sencilla progresión de enseñanza - aprendizaje, fundamentada en nuestra propia experiencia y en otros manuales como los de Killy (1976), Roldán (1976, 1983), Ocaña-Wilhelmi (1994, 1998, 2005), Olmos y Martínez-Rodríguez (1998), López-García (2002), Ortega y Porcel (2002), Guerrero (2004), Llamas (2010), Guerrero y Rodríguez (2013), entre otros, así como en los de algunas federaciones nacionales de esquí como la sueca, alemana y francesa.
Más de mil ilustraciones acompañan las
explicaciones de los ejercicios y tareas de este manual.
Este manual destaca por su gran
versatilidad y utilidad para complementar el conocimiento del instructor o
futuro instructor de esquí, y como manual de autoformación para cualquier
esquiador. Especialmente destacada por las ilustraciones que acompañan los
ejercicios y tareas planteados, así como por su sencilla y clara redacción, sin
descripciones excesivamente técnicas para hacer de este manual un material apto
para cualquier edad, nivel cultural y académico.
El manual se ha dividido en dos
grandes bloques. En el primero se tratan estrategias metodológicas y didácticas
relacionadas con la enseñanza de este deporte, desde una perspectiva puramente
pedagógica. En este primer capítulo también se realizan aclaraciones
conceptuales, que podrían suscitar ciertas discrepancias entre profesionales
del esquí, basadas en manuales de gran valor didáctico como los de Delgado-Noguera
(1991), Mosston y Ashworth (1993), Sánchez-Bañuelos (1992, 2002), Siedentop
(1998) Sicilia y Delgado-Noguera (2002) y Blázquez (2013), entre otros.
En el segundo bloque se muestran
progresiones de enseñanza de las habilidades específicas del esquí alpino,
divididas por niveles o “escalones”
que van desde el “nivel 0” hasta el “nivel D”, pasando por los niveles A, A+,
B, B+, C, C+.
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Ocho niveles de esquí que
corresponden a una determinada habilidad del proceso de enseñanza que hay que
dominar o “escalón” que hay que subir
para pasar de nivel. Cada nivel se acompaña de una breve explicación de la
habilidad específica, técnica, táctica y conceptos básicos de la habilidad,
pistas recomendadas para su enseñanza-aprendizaje, ejercicios de dinámica de
grupo y afianzamiento, con bastones en posiciones variadas y sin bastones,
entre otros, y una hoja de observación sistemática con estándares de aprendizaje
evaluables que servirán de referentes para el cambio de nivel. En estos
estándares se recogen ejercicios que hemos considerado básicos o esenciales
para que el esquiador pueda avanzar sin perjuicio para su óptima evolución en su
aprendizaje.
Los estándares de aprendizaje evaluables
básicos son ejercicios o tareas imprescindibles que el alumno debe superar
para pasar de nivel.
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Al igual que un escolar de un centro
educativo debe adquirir unos objetivos a través de unos contenidos (ejercicios,
actividades y tareas) y el docente los evalúa y califica mediante criterios y
estándares de evaluación para determinar si el alumno se encuentra en
disposición de promocionar al siguiente curso, en esta propuesta de enseñanza,
el aprendiz debe superar y demostrar un cierto dominio técnico en la ejecución
de estas pruebas y ejercicios planteados en los estándares de evaluación para
pasar al siguiente nivel. Con esto nos aseguramos que durante la enseñanza de
la siguiente habilidad, nivel o escalón de enseñanza, el alumno-aprendiz no
tendrá dificultades en su proceso de aprendizaje.
Si los objetivos de
una sesión de esquí son los referentes relativos a los logros que nuestros esquiadores
deben alcanzar al finalizar dicha sesión como resultado de las experiencias intencionadamente
planificadas por el instructor para tal fin, los estándares de aprendizaje
evaluables básicos o esenciales son las especificaciones de los criterios y
pruebas de evaluación asociadas a esos objetivos que permiten definir los
resultados del aprendizaje, y que concretan lo que el alumno debe saber,
comprender y saber hacer fundamental e imprescindiblemente en cada nivel. Serán
observables, medibles y evaluables.
Al igual que para cocinar un plato
de comida existen numerosos ingredientes y recetas, en cualquier proceso de
enseñanza intervienen multitud de factores y variables, muchas de ellas controlables
y esenciales pero otras no, como por ejemplo la materia prima, el aliño o la
presentación del plato, siguiendo con el símil de la habilidad de cocinar. Con
este manual hemos pretendido mostrar “recetas”
para “cocinar” un “proceso de enseñanza del esquí alpino”,
sin pretender que sea la panacea o receta universal. Hemos pretendido facilitar
fórmulas sencillas de enseñar y aprender a esquiar, proporcionando con ello una
herramienta de gran ayuda tanto para el esquiador que se inicia o quiere
perfeccionar, como para el profesor ya formado o en proceso que pretende
enriquecer su formación. Para la enseñanza del esquí, igual que para la
enseñanza de cualquier habilidad, no existe una fórmula universal, sino recetas
que nos pueden servir de gran ayuda.
Somos conscientes que en esta propuesta
no están todos los medios y ejercicios de enseñanza del esquí, y tampoco
habilidades y destrezas actitudinales fundamentales tanto para el instructor
como para el aprendiz, como el afán de superación, la motivación, la empatía o la
asertividad, entre otras. Habilidades que consideramos de gran importancia para
afrontar cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje, máxime si se trata de
enseñar a niños en edad infantil o juvenil.